Los previos
Mientras Santiago Cervera escribía que no veía el debate como “un duelo”, el ambiente era de expectación. @Twittboy se había trabajado una página a través de la cual se podría seguir el Twittdebate aunque no se estuviera registrado en Twitter. Una gran idea. Allí se veía que había muchos espectadores en un momento que, saliera como saliera, ya era histórico.
Un twittero escribía que ninguno de los diarios de Navarra había abierto una ventanita para seguir el debate. La Txistorra Digital lo intentaba, con escaso éxito y adoptando al final una solución de urgencia: tres feeds separados – uno para el debate, otro para Cervera y otro para Jiménez – que provocaban que el lector bizqueara. La página de Twittboy funcionaba en ese momento... pero al siguiente no. ¿Desbordada la red por la atención del público? Puede ser.
Santiago Cervera saludaba desde un Starbucks en Madrid, en la hora del café, y escribía desde una Blackberry. Roberto Jiménez estaba en la sede del PSN en el Paseo Sarasate, delante de un Mac. Fotografías del momento de ambos. Preparados. Rafa Aguilera ejercería de “moderador” lanzando las preguntas.
El momento de la verdad
Comenzaron las preguntas y las respuestas. En el canal Twittdebate/directo aparecían los twitts de Cervera y Jiménez, pero no las preguntas. Las preguntas aparecían en ocasiones antes que las respuestas a las anteriores. Quizá fuera en parte por mi inexperiencia, pero resultaba a veces bastante complejo seguir el hilo de la conversación. Luego, Diario de Noticias se tomó el trabajo de transcribirla ordenada, y eso facilita bastante ver de qué hablaron ambos.
Tras unas preguntas sobre las máquinas que emplean para comunicarse (MAC o PC, Blackberry o iPhone), y sobre las redes sociales que emplean (Jiménez no descartaba entrar en Facebook, Cervera estaba pensando en cerrar su perfil), llegaron cuestiones de más importancia. Por ejemplo: la pregunta de qué les ha aportado Twitter. Cervera respondía: “Lo mejor de Twitter es encontrar gente que prescribe información, que te cuenta cosas interesantes. Usarlo en movilidad es imprescindible”. Una línea similar a la de Jiménez: “Acercarme al mayor número de navarros posibles y escucharles. Twitter es contacto directo”. Ese diálogo en Twitter se establece, según Roberto Jiménez, hablando “como hablo en la calle, pero con un máximo de 140 caracteres”. Cervera iba más allá: “Procuro hablar en Twitter con total precisión, midiendo cada letra y palabra, y con cierto sentido del humor: de la necesidad, virtud!”. Es necesidad la limitación y no virtud para Jiménez, que aseguraba no poderse dirigir siempre al ciudadano con 140 caracteres porque “definitivamente, no todo se puede explicar” en ese espacio.
¿Son las redes una moda o marketing político?, preguntaba Rafa Aguilera. Cervera aseguraba no estar en ellas para hacer “sólo política”. “Estoy como persona, la política es sólo una parte. Twitter permite el activismo, pero no es sólo eso”. Jiménez sí lo veía más como una cuestión política, como un “avance hacia una nueva forma de hacer política abierta a los ciudadanos”. “Las nuevas tecnologías no son un fin, sino un medio, lo importante son los valores, las actitudes y las personas”, apostillaba en otra pregunta.
La ley Sinde, el software libre o el Gobierno Abierto al modelo del Irekia vasco también fueron tema de conversación. Sobre la ley, mientras Jiménez esperaba que el trámite parlamentario “termine de mejorar” el texto, Cervera se mostraba contrario a ella por afectar a “nuestras libertades”. Y añadía: “Si se aprueba, consecuentemente deben eliminar el canon”. Sobre las posibilidades de desarrollo y progreso de Internet, Jiménez apuntaba como apuestas: “Alfabetizacion Digital, extension de la conectividad y, por que no, seguir los pasos de @Patxilopez”. Cervera respondía (a la pregunta, no a su "oponente"): “Liberalizar uso en lugares públicos. Infraestructuras avanzadas. Administración total en red. Nueva actitud política: esto no es un juego”.
Mientras Jiménez twitteaba que “la prensa convencional” le pedía valoraciones del debate, Cervera escribía en su blog un post de urgencia. En él se ratificaba en que, lejos de un duelo, el debate mostraba “una actitud de escucha, receptividad y moderación”, y consideraba que no se había debatido “para ganar al contrario, sino para aprender de él. Yo al menos lo he hecho”. Consideraba el twittdebate como “una beta, una prueba, explorar un canal, una modalidad de comunicación que tiene enormes utilidades para la política”.
Una hora después, Roberto Jiménez también actualizó su blog para expresar sus ideas sobre el debate. “Ha sido una muy buena e interesante experiencia. Creo que los políticos debemos acercarnos a los ciudadanos y ciudadanas, y acudir a donde está la gente, tanto física como virtualmente”, señalaba. “Hay que evolucionar con la sociedad, adecuarnos a los tiempos actuales y prepararnos para el futuro, y creo que las nuevas tecnologías forman parte importante de este reto”.
Los comentarios
Tanto en los blogs de ambos políticos como en otras páginas en las que se han hecho eco del Twittdebate había interesantes comentarios. Por ejemplo, en el de Santiago Cervera, una lectora se mostraba de acuerdo con los conceptos expresados por el diputado popular: “Comparto plenamente tu visión de lo que debe hacer un politico en Twitter. No lanzar ploclamas sino intentar "conocer" realmente las demandas de los ciudadanos. Y no sólo las demandas, también sus inquietudes, sus aspiraciones y sus "maneras de vivir". En el de Roberto Jiménez, un militante socialista aseguraba que el mensaje directo es muy conveniente porque así “no se distorsionan” los mensajes del líder socialista “a través de medios de comunicación que poco o nada nos quieren al PSN”.
En la noticia publicada por Diario de Navarra, también había espacio para los comentarios. En general, críticos con la iniciativa: “los geeks y frikis mirándose el ombligo”, decía uno; otra espetaba: “Menos sentaditas en los teclados y más pisar la calle”. Disparidad de opiniones sobre el “ganador del debate”: mientras uno consideraba que Cervera era el pionero de ambos y que el Twittdebate era gracias a que el popular tuviera Twitter, otro comentarista decía que Jiménez le había “pegado un repaso de aupa” al “experto” Cervera. No faltaban también dudas: “Ahora engañan los políticos a través de Internet. Quién escribe en el debate? Trabajo entretenido y "añadido" para los asesores y prensa”.
Por cierto que, entre los comentarios, se colaba uno que señalaba que Roberto Jiménez bloquea y veta a periodistas y a blogueros. Una cuestión que también se había comentado en Twitter, en concreto por un periodista de Diario de Navarra.
Y, por supuesto, también en el Facebook de La Txistorra Digital se preguntaba a los lectores por el Twittdebate. Opiniones, de nuevo, para todos los gustos... aunque ciertamente ácidas en su mayoría. Aquí pongo algunas de ellas:
* He sacado dos conclusiones: 1ª Que son un políticos muy modernos porque twittean. 2ª Que Twitter no sirve para debates políticos.
* Me ha resultado muy corto, pese a que ha durado 45 minutos, pero creo que han hablado poco. Los temas presentados por los moderadores han sido interesantes pero las respuestas no tanto....una pena la que tardase tanto en cargarse todo...
* A mí el formato, amén de caótico, me ha parecido poco apropiado para este fin: contestaciones a primera pregunta cuando ya había segunda, pocas posibilidades de contrarréplica...
* No lo he seguido apenas. Pero mientras lo llamativo sea el contenedor y el formato, es que el debate en sí queda pendiente... ¿no? Es decir, si la noticia es la ropa que llevaba la ministra, o que los dos políticos se lo monten 2.0 en twitter, es que nos falta el 101 del mundo digital 2.0 o como sea...
* Realmente calificarlo o adjetivarlo como debate me parece exagerado; la velocidad de respuesta, la frialdad debería corregirse, porque sabe a falso.
* Es como montar un debate entre líderes políticos en un bar de Sevilla (y sevillista) hoy por la noche (recordemos que ayer se jugaba la final de Copa y uno de los equipos era el Sevilla).* No es un debate entre los dos, sino una entrevista multitudinaria a dos personas al mismo tiempo
* Con más calma y una vez releído: no ha sido un debate sino una entrevista en estéreo.
0 comentarios: on "Cómo fue el primer Twittdebate"
Publicar un comentario